domingo, 22 de noviembre de 2009

y Colorín Colorado...

20 de Noviembre de 2oo9

Ya se ha terminado nuestra estancia en el palacio del Príncipe y la verdad que vuelvo a casa cambiada. Ha sido una experiencia muy positiva que no me esperaba para nada, ya que delante de mí, había personas que veían la vida de una manera extraordinaria, una manera de ver las cosas que nunca me había planteado y ahora suscitaba dentro de mí miles de preguntas.

En uno de los descansos entre las comidas cenicientas, le comentaba a Roser, cómo un cuento que había pasado desapercibido durante toda mi infancia, era ahora a los 22 años a raíz de una propuesta por parte de Pilar, comenzaba a tener importancia un cuento al que nunca le había prestado demasiada importancia. No se si en esto la familia había tenido algo que ver o no, o que directamente me interesaban más las historias donde las niñas tenían sueños fantasiosos que creían reales. ¿Quién no soñaba con poder perseguir a un conejo con tanta prisa, o celebrar un No cumpleaños?

Aún así no dejo de estar agradecida por esta propuesta porque he aprendido a mirar de otra manera muchas de las cosas que nos han rodeado toda nuestra vida, y nos siguen atacando de una manera en la que no somos conscientes.

No he querido pasar ninguna ponencia por alto, porque de cada una de las personas que la compusieron me llevo algo muy importante.
Mujeres. Mujeres que no dicen que NO a su vida en palacio pero con unas ideas claras y los pies totalmente en el suelo, sin perder ni un ápice de su feminidad y afrontando cada día como un cuento más que superar.

¡Ah! Se me olvidaba una de las cosas más importantes y es decirte quién me han estado acompañando estos dos días fuera de Palacio.

Habíamos pagado viaje para una sola persona, pero Gus y los demás se empeñaron en que venían conmigo, por lo que los monté en aquel zapato rojo que tanto les gusta y me los llevé conmigo.

La verdad que tengo que decir que se han portado muy bien.

Al final del curso, decidimos juntos que debían de tomar otro camino, que yo ya era un princesa lo suficientemente independiente como para andar colgada y pegada a ellos cada día. Por eso, entre todos, escribimos una nota anónima a una nueva Princesa donde la poníamos:

"Que cada día que te levantes,calces los zapatos con los que más segura te sientas y salgas a la calle buscando TU propio final cuento de hadas"





Esperemos que esta nueva cenicienta y muchas más nos hagan caso y sean ellas mismas, como debió de pensar otra princesa que me entregó su zapato con esa nota escrita.

"SE SENCILLA Y TU MISMA"

No hay comentarios:

Publicar un comentario